sábado, 30 de junio de 2012

Energía superficial y ángulo de contacto

Hola!!

en el post sobre plásticos que no se pegan dije algo sobre la energía superficial de los materiales, que los adhesivos tenían dificultades para mojar la superficie de los plásticos o incluso solté que el agua no los mojaba! Qué barbaridad! No te preocupes, ahora te lo aclaro!

Para ello, lo primero que hace falta es saber qué es eso de la energía superficial. Este concepto también es conocido como tensión superficial o tensión interfacial (entre caras), porque se produce en la superficie frontera entre dos fases: solido-líquido, sólido-gas, líquido-gas, líquido-líquido, etc. Su definición completa es un tanto complicada pero para que te hagas una idea se puede decir que es la medida en la que interactúan las moléculas de las dos fases en contacto.

Atendiendo a esto, el valor de esta energía depende de las dos fases en contacto. Por ejemplo, el valor de la energía superficial del cobre no será el mismo si el medio que lo rodea es aire o es un gas puro (por ejemplo, helio). Por lo tanto, hay que tener en cuenta que la energía superficial no es un parámetro característico de los materiales si no que lo es de la frontera entre las dos fases.

No obstante, como lo normal es que a nuestros materiales los rodee el aire, se toma como referencia la energía superficial de la interacción material-aire.


Pero ten cuidado si trabajas en un proceso especial con una atmósfera diferente porque este valor variará.

Bien, y ahora queremos aplicar nuestro adhesivo sobre la superficie de un substrato. Qué pasa? Pues que a la interfase entre substrato-aire (sólido-gas), que ya tenía su energía superficial en equilibrio, le añadimos un tercer actor, el adhesivo (líquido), y, como no podía ser de otra manera, se forma una nueva región de interacción entre las tres fases, sólido-líquido-gas, donde el resultado del equilibro de las 3 tensiones interfaciales es el ángulo de contacto. Este ángulo se toma como medida para saber si el líquido es capaz de mojar o no al sólido.


De forma que:

  • Si el ángulo es cercano a 0º se puede decir que tenemos mojado total.
  • Si el ángulo está entre 0º y 90º, el adhesivo es capaz de mojar.
  • Si el ángulo está entre 90º y 180º, el adhesivo no es capaz de mojar el substrato.

El valor del ángulo de contacto varía con la temperatura, rugosidad superficial, etc. pero no voy a analizar su influencia porque lo complicaría bastante y quiero hacerlo sencillo.

Para garantizar una buena adherencia entre el adhesivo y el substrato a pegar, además de otros factores, es absolutamente necesario que el adhesivo moje su superficie, y por lo tanto, es muy importante conocer cuál es el resultado de su interacción. Es decir, el ángulo de contacto. De hecho, el análisis de este ángulo proporciona información sobre la idoneidad de realizar un tratamiento superficial previo al pegado y, posteriormente, comprobar si se ha hecho correctamente.

De manera cualitativa y como idea general, para saber si el adhesivo va a ser capaz de mojar la superficie de un substrato, su energía superficial debe ser menor que la del substrato. Por lo tanto, viendo la tabla de arriba se puede hacer una estimación de lo que puede pasar si con nuestro adhesivo queremos pegar PE o titanio.
 
Hazlo tú mismo utilizando como referencia el agua. Qué crees que pasará?

domingo, 17 de junio de 2012

Por qué la lengua se queda pegada a un poste congelado?

Buenos días querido lector,

Alguna vez te has preguntado por qué la lengua se queda pegada al hielo cuando lo chupas?

Si alguna vez has tenido ese irrefrenable impulso de experimentar y se te ha ocurrido ver qué pasa si chupas una valla o un poste metálico en pleno invierno… ya lo sabrás, no? O por lo menos, las consecuencias de tu brillante idea!!

Efectivamente, tu lengua (o la del amig@ al que has convencido para que lo haga…) se queda pegada!! Pero… por qué?

Es sencillo: cuando la temperatura de la superficie metálica está considerablemente por debajo del punto de congelación del agua, lo que ocurre al chuparla, sencillamente, es que la saliva de la lengua se congela, de forma que las moléculas de ésta se unen a las del hielo, produciéndose la adherencia.

Además, la buena conductividad térmica del metal provoca que la valla extraiga el calor de la lengua con lo que la saliva y la lengua se enfrían rápidamente y, aunque la lengua esté a 37ºC (temperatura media del cuerpo) se favorece ésta congelación local.

Pero esto no es algo exclusivo de la lengua. Cualquier parte de nuestro cuerpo que tenga cierta humedad (por ejemplo, nuestras manos) puede quedarse adherida a una superficie fría.

Para despegarlo, no hay que tirar. El grado de adherencia es bastante elevado y si tiras con fuerza puedes llegar a desgarrar la piel de la zona afectada y producirte heridas. Y te dolerá...



Pensemos: si lo que ha provocado la adhesión es la congelación de la humedad, lo que tienes que hacer es descongelarla. Lo más rápido: vertiendo agua a mayor temperatura. Si no tienes prisa, puedes esperar a que tu cuerpo equilibre la diferencia de temperaturas hasta que descongele la zona. Tú decides. Pero yo haría lo primero… ;-)
 
Ahora, te dejo un pequeño ejemplo... Disfrútalo!!